Buenas tardes, amigos de Abejar Radio.

Hoy voy a rememorar una efeméride que, por desgracia, no trae consigo buenos recuerdos: esta semana (el jueves para ser más exactos) se cumplen diez años del accidente nuclear de Fukushima, en Japón.

Fue el 11 de marzo de 2011 cuando un terremoto de magnitud 9 frente a la costa este de Japón. Este terremoto provocó un tsunami de terribles consecuencias, pues casi 16.000 personas perdieron la vida, y casi 2.600 desaparecieron.

Además de ello, el reactor nuclear de Fukushima perdió su capacidad para enfriar el núcleo, y ello provocó un accidente nuclear de nivel 7 en la escala de eventos nucleares internacional.

Como podéis imaginar, el medioambiente más cercano a la central sufrió grave contaminación y, como señalan desde Greenpeace, un accidente nuclear tiene un principio, pero no un final.

Esta organización ha hecho un estudio acerca de las consecuencias, una década después, de este terrible accidente, y ha llegado a las siguientes conclusiones:

  • El 85% del Área Especial de Descontaminación, que abarca los 840km2 que rodean a la central, permanece a día de hoy contaminada por Cesio.

  • No se alcanzará, en el plazo fijado, un nivel objetivo de descontaminación, lo que provocará que la población residente en la zona estará expuesta, durante décadas, a una radiación superior al máximo recomendado.

  • Esta exposición expone potencialmente a toda esa población a un mayor riesgo de padecer cáncer.

Según Greenpeace, los objetivos establecidos para la recuperación de Fukushima no son realistas, y se han visto superados ampliamente por la realidad, incumpliéndose todos y cada uno de los plazos que hasta el presente han ido venciendo. Por ello, apuestan por cambiar el enfoque del plan puesto en marcha en su día, tratando a la central de Fukushima como un almacén de residuos nucleares, que es en lo que se ha convertido en la práctica.

Este enfoque permitiría plantear actuaciones más acordes con la realidad actual del terreno, pero no debe hacernos olvidar que “aún sin accidente nuclear, no se ha encontrado ninguna solución para la gestión a largo plazo de grandes volúmenes de residuos nucleares”, demoledora frase con la que Greenpeace pone punto y final a su informe.

Hasta la semana que viene, amigos.

Buenas tardes, amigos de Abejar Radio.

Hoy quiero fijar la vista en un gesto que todos hemos hecho alguna vez, aunque estoy totalmente convencido de que cada vez es menos habitual, y que espero que a partir de hoy esté aún menos presente entre los oyentes de nuestra emisora.

Hablo de cómo deshacernos del aceite usado en nuestra cocina.

Tirarlo por el desagüe es algo que no debemos hacer, es más, en muchos municipios está incluso prohibido por las ordenanzas municipales.

Lo que debemos hacer es dejar que se enfríe, y posteriormente guardarlo en botellas de plástico, que de este modo reutilizamos. Una vez esta botella esté lleno, la depositaremos en los contenedores que hay distribuidos por toda la ciudad.

¿Por qué es importante hacer esto? Por varias razones:

  • Porque el aceite tiene una capacidad de contaminación del agua altísima; con tan solo 1 litro de aceite pueden contaminarse hasta 1000 litros de agua.

  • Además de ello, perjudica los mecanismos de las depuradoras, dificultando que puedan ejercer su función y disparando los costes de su mantenimiento.

  • Sin embargo, ese mismo litro de aceite puede convertirse en 1 litro de biodiésel, pasando así de ser un agente contaminante a un agente que disminuya las partículas más perjudiciales para nuestra atmósfera.

  • Por si lo anterior fuera poco, también colapsa las tuberías de casa, con todas las molestias y gastos que todo ello conlleva.

Así que ya sabes, nunca debes tirar el aceite usado por el desagüe, sus efectos son terribles para el medio ambiente, para las depuradoras y para tus propias tuberías. Una opción es recogerlo, y depositarlo en los contenedores de aceite usado.

Aunque, si eres mañoso, también puedes fabricar tu propio jabón. Con un poco de agua, sosa cáustica, esencias y paciencia (el jabón hay que dejarlo reposar 40 días antes de poder utilizarlo) puedes reutilizar lo que en principio era basura, evitando de esta manera verterlo al medio ambiente.

Pero hoy día podemos ir incluso más allá, ya que recientemente (en 2019, para ser exacto), una empresa española creó un nuevo producto, el SOUJI. Se trata de un producto que al ser mezclado con el aceite usado, y ser agitado durante un minuto, transforma de manera inmediata ese aceite doméstico que ya no podemos utilizar en un detergente ecológico con el que podemos lavar nuestra ropa. El envase de este producto es reciclado y reciclable, y se produce en España (en dos fábricas de Barcelona y Toledo), de modo que el impacto ecológico de su traslado hasta nuestro domicilio es menor.

Ya veis, queridos amigos, que el aceite usado no tiene por qué ser un problema, ni para nuestras tuberías ni para el planeta.

Hasta la semana que viene.

Buenas tardes, amigos de Abejar Radio.

Ayer, el ayuntamiento de nuestra ciudad dio un impulso a su Estrategia de Alimentación Saludable y Sostenible, la EASS.

Este documento se aprobó en el año 2019, aunque es ahora cuando comienza su andadura (por causas que, obviamente, no es necesario que explique aquí). Y así, durante los años 2021 y 2022, Zaragoza trabajará para mejorar la salud de la ciudadanía y ayudar a mitigar el cambio climático, a través de la alimentación.

Porque son dos objetivos que pueden ir de la mano, aunque de entrada parezcan dispares. Y no sólo eso, sino que también pueden contribuir a impulsar la economía local.

¿Cómo lo hace? Pues en primer lugar incorporando criterios de alimentación saludable y sostenible en la compra pública de alimentos; los destinados a, por ejemplo, los niños que acuden a las guarderías municipales.

Por otra parte, desde los servicios sociales municipales se va a trabajar también con los colectivos vulnerables para educarles en la necesidad de desarrollar una alimentación que reúna estas dos características.

Y, por supuesto, se van a realizar campañas generales de sensibilización acerca de esta alimentación, y de la necesidad de no desperdiciar alimentos.

Pero claro, convendría clarificar qué es una alimentación saludable y sostenible. Bueno, saludable es algo que todos tenemos claro, pero ¿sostenible? ¿a qué nos referimos cuando hablamos de alimentos sostenibles?

Pues nos referimos a alimentos que no sólo hagan un uso racional de agua y energía, evitando el despilfarro y/o el mal uso, sino que favorezcan la conservación de los ecosistemas, la biodiversidad y el suelo fértil y que, además, contribuya a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

Y en este último aspecto cobra una gran importancia la huerta zaragozana; si los alimentos son cultivados con criterios de sostenibilidad, los gases contaminantes de trasladarlos de un punto de la ciudad a otro son infinitamente inferiores a los emitidos para desplazarlos desde puntos de origen mucho más distantes.

Y por ello esta estrategia impulsa la economía local, pues favorece la compra de productos de proximidad (que sean cultivados con criterios de sostenibilidad, eso siempre) frente a otros procedentes de lugares más lejanos.

Por ello, se va a crear el sello “Marca Huerta de Zaragoza”, para impulsar el consumo de estos productos en tiendas, mercados y restaurantes de la ciudad.

Y por si todo lo dicho hasta el momento pareciese poco, se va a impulsar también una entidad de economía social para la inserción sociolaboral de personas en riesgo de exclusión social que se encargará de la recogida y transformación de alimentos, para poder utilizarlos antes de que finalice su vida útil.

Una iniciativa muy completa, como podéis ver, y en la que todos tendremos posibilidad de participar, colaborando así para que nuestra ciudad sea un poquito más verde.

Hasta la semana que viene, amigos.

Buenas tardes, amigos de Abejar Radio.

Quizás algunos de vosotros ya lo sepáis, quizás otros no, pero el pasado domingo, día 14 de febrero, no sólo se celebraba San Valentín, el día de los enamorados.

Ese mismo día se celebra el Día Internacional de la Energía, fecha establecida por la ONU en el año 1949 con el objetivo de promover el uso de fuentes alternativas, fomentar el uso de energías renovables y lograr el acceso universal a una energía sostenible.

Porque a fecha de hoy, el uso de energías no renovables causa el 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero, algo que como todos sabemos acelera el calentamiento global, uno de los principales problemas de sostenibilidad medioambiental de nuestros días.

Por ello, la UE se ha comprometido a que, en el año 2030, el 32% de la energía utilizada en el continente provenga de fuentes renovables. También quiere mejorar la eficiencia energética de los países miembro en un 32, todo ello para lograr la meta de emitir, en 2030, un 55 menos de gases de efecto invernadero de los que se emitían en al año 1990.

Pero como siempre me gusta hacer en este programa, me parece interesante recordar (y utilizo la palabra recordar, porque estoy seguro de que lo que voy a decir ya lo sabéis) qué acciones podemos hacer cada uno de nosotros, y que aportan un grano de arena a estos objetivos que la UE ha planteado.

¿Qué podemos hacer en casa para ahorrar energía?

Mejorar el aislamiento de puertas y ventanas para ahorrar en calefacción y/o aire acondicionado. Es muy sencillo hacerlo, con burletes de manera muy sencilla o con doble ventana si es más adecuado, dependerá del caso. Pero con cualquiera de estas medidas tanto al calor como al frio les será más difícil escapar. También es importante no tapar los radiadores con muebles.

Apostar por energías renovables a la hora de contratar nuestra empresa proveedora de energía es algo muy sencillo y con un impacto inmediato e importante. No olvides que la energía procedente de energías no renovables contamina, y mucho.

Comprar electrodomésticos energéticamente eficientes cuando cambiemos los actuales, apagarlos cuando no los utilizamos (el famoso stand by), utilizar la lavadora y el lavavajillas cuando están llenos, apagar la luz de las habitaciones en que no hay nadie, utilizar bombillas led, aprovechar la luz natural todo lo que podamos…

Utilizar el transporte público por encima del particular, hacer uso de las bicicletas o los patinetes eléctricos. También hay empresas de alquiler de motos eléctricas.

Mil pequeñas acciones que no cuestan demasiado y que conllevan un uso más racional y sostenible de la energía. Lo recordamos el 14 de febrero, pero es importante que lo mantengamos durante todo el año.

Porque además, ahorraremos dinero. Dinero con el que poder comprar un regalo a nuestras parejas, o a nosotros mismos, y celebrar San Valentín. Un dos por uno.

Hasta la semana que viene, amigos.

Buenas tardes, amigos de Abejar Radio.

Hoy voy a hablaros de una iniciativa local puesta en marcha para disminuir el impacto ambiental que tienen tanto la fabricación como el consumo de ropa, mientras desarrolla una labor de inclusión social.

Se trata del proyecto AROPA2, puesto en marcha por la cooperativa TIEBEL, y que se encarga de recoger y reutilizar todo tipo de textiles.

El objetivo es desarrollar la famosa regla de las tres erres:

  • Reducir la energía y los materiales utilizados en la fabricación de nueva ropa

  • Reutilizar todas aquellas prendas que mucha gente ya no utiliza

  • Reciclar los textiles potencialmente inútiles, para convertirlos en materia prima ecológica

¿Y cómo lo hacen? Muy sencillo, colocando contenedores de ropa en los que cualquiera de nosotros podemos depositar la ropa que ya no utilizamos. De ese modo, evitamos que nuestra ropa se convierta en basura que termina en vertederos.

Los integrantes del proyecto AROPA2 recogen esta ropa y la evalúan, separando aquella que aún puede ser útil de la que ya no puede serlo, y aquí los caminos del textil se dividen en dos.

La que ya no resulta útil se transforma en una nueva tela, llamada borra, que se emplea en construcción como material aislante o en la automoción para fabricar cosas como, por ejemplo, la alfombrilla bajo la que se esconde la rueda de repuesto del maletero. De esta manera, se evita generar residuos fabricando estos materiales de cero, y reutilizando textiles ya fabricados.

¿Y que se hace con la ropa que aún sirve? Pues se limpia y desinfecta, y es puesta a la venta en las instalaciones del propio proyecto.

Y, como he señalado anteriormente, a los beneficios medioambientales de este proyecto debemos añadir los sociales, ya que todas las personas que forman parte del proyecto (tanto las personas que separan la ropa recogida como las que atienden la tienda de AROPA2, son personas en riesgo de exclusión a las que, de esta manera, se les ofrece una oportunidad de entrar en el mercado de trabajo.

Pero además de ello, este proyecto tiene firmados convenios de colaboración con distintos ayuntamientos, como Utebo o Villamayor, e instituciones, como nosotros, que recurren a ellos en caso de que alguno de sus vecinos o usuarios precisen de ropa y no cuenten con recursos económicos suficientes para poder comprarla por sus propios medios.

Y de esta manera, cada vez más municipios y/o entidades nos sumamos a economía circular.

En concreto, nuestro centro lleva colaborando con AROPA2 desde septiembre de 2016, y en ese tiempo hemos recogido 8.992kg de ropa, evitando la emisión de 67.753kg de CO2.

Si queréis conocer mejor este proyecto, podéis visitarlo en sus perfiles de Instagram, Facebook y Twitter. Y podéis, también, visitar su tienda y ver lo que allí tienen. Está en el polígono Alcalde Caballero, en la calle Monasterio de las Huelgas número 23. Hasta allí te acercan los buses 44 y 102. La tienda está abierta los lunes de 9.00 a 19.00 horas, y los viernes de 9.00 a 14.00.

Desde aquí, os animo a acercaros y conocerlos mejor.

Hasta la semana que viene, amigos.

Buenas tardes, amigos de Abejar Radio.

Si echáis la vista atrás hacia mi primera intervención en este año 2021, en el primer Minuto del Planeta de este nuevo año, recordaréis que os hablé de las croquetas y de su contribución a la sostenibilidad medioambiental de nuestro planeta. De su contribución a evitar el despilfarro de alimentos.

Pues hoy retomo de nuevo esta idea, la de la importancia de no desperdiciar la comida. Recordemos que tirando alimentos a la basura no sólo se genera basura, sino que además hemos consumido recursos y hemos generado emisiones en su fabricación.

Y si hace dos semanas recurrí a una alternativa tradicional, antigua, hoy traigo iniciativas novedosas y modernas.

Existen diferentes apps para evitar que alimentos en buen estado acaben en la basura, y de ellas quiero hablaros.

Hay varias muy similares, aunque la más conocida es TOO GOOD TO GO (Demasiado bueno para irse). Se trata de una app que, a través de la geolocalización, pone en contacto a restaurantes y/o comercios que tienen alimentos en buen estado que no han vendido y que, de no aprovecharse, acabarán en la basura, con ciudadanos interesados en esos productos. Pueden comprarlos a precios muy reducidos (descuentos de no menos del 50%) a cambio de acudir en persona a recogerlos a estos establecimientos.

Como os digo, TOO GOOD TO GO es la más conocida de estas apps, pero no es la única: TAPPER es muy similar. Y hay más.

Mención aparte merecen otras tress aplicaciones encaminadas al mismo objetivo, y a ellas voy a dedicar un poquito más de espacio.

ENCANTADO DE COMERTE es una app española que función del mismo modo. No está disponible en muchas ciudades, ya que es joven, pero los habitantes de Madrid, Logroño, Compostela y Zaragoza tenemos la suerte de poder utilizarla y contribuir a limitar el despilfarro de comida en nuestro propio barrio. Ahorrando dinero, además.

FOOD AND SAVE (COMIDA Y AHORRO, sería la traducción) es otra app que funciona prácticamente igual que las anteriores, aunque tiene un hecho distintivo: por cada consumición realizada, por cada persona que compra alguno de sus alimentos, esta app realiza una donación a una entidad social local. De este modo, el beneficio de utilizarla es triple (ahorras, evitas generar residuos y colaboras con entidades sociales de tu entorno). Y también es española; nació en Baleares, pero por desgracia no se ha extendido mucho más, al menos todavía, y aquí en Zaragoza no es posible utilizarla.

Y la última app de la que me gustaría hablaros es NOODLE. En este caso no se trata de una aplicación para poner en contacto a establecimientos y clientes; se trata de una aplicación que nos ayuda a utilizar mejor los alimentos que tenemos en casa. Puedes indicarle qué tienes en la nevera, y la aplicación te mostrará las recetas que puedes elaborar con esos ingredientes. Curiosa la idea ¿no os parece?

Así que ya veis, amigos. Planificar nuestra compra, hacer croquetas con las sobras, bajar una app para conocer recetas que hacer con la comida que tenemos en casa, tirar de móvil para comprar comida en perfecto estado, y además barata, en los restaurantes de nuestro barrio… las ideas para evitar que acaben en le cubo de basura alimentos en buen estado no son sólo numerosas, sino que además son muy sencillas. Se nos acaban las excusas para no hacerlo.

Hasta la semana que viene, amigos.

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